Personalidades narcisistas: cómo reconocerlas para evitar ser manipulados
Noticias Argentinas conversó con una experta en psicoanálisis acerca de qué es el narcisismo, cuándo se transforma en un rasgo patológico de personalidad y por qué es importante aprender a reconocerlo.
La culpa siempre es del otro, ¿te suena? Cuando hablamos de personas narcisistas desde el sentido común resulta relativamente fácil identificar algunas características clásicas: hay exceso de vanidad, egocentrismo, poca empatía e interés por lo que le sucede al resto de las personas, entre otras. Desde el psicoanálisis, el narcisismo está fuertemente vinculado con la constitución del Yo, es decir, con una instancia clave en la formación psicosocial de todas las personas.
Pero, ¿qué pasa cuando esa herramienta clave en la formación psíquica se exacerba hasta convertirse en una cuestión patológica?
Para reconocer los principales rasgos narcisistas y evitar ser manipulados a través de sus conversaciones, NA conversó con la psicoanalista Bárbara Lamanna.
“Para empezar, es importante distinguir entre lo que significa ser un narcisista desde el sentido común y el concepto de narcisismo desde el psicoanálisis: Lo que todos conocemos como narcisista sería alguien que solo se interesa por sí mismo y no tiene consideración por el otro. Desde el psicoanálisis, el narcisismo es un concepto central que permite entender cómo se constituye el yo”, introduce y detalla: “Freud plantea que el Yo es una instancia psíquica que debe ser desarrollada ya que no es innata. Años más tarde, Lacan lo retoma y afirma que lo que debe suceder para que se constituya el Yo es la identificación. Es decir, el Yo se constituye a partir de la imagen de un otro semejante vía la identificación. Entre sus funciones se encuentran: el pensamiento, el control de impulsos y el criterio de realidad. Para resumirlo, el narcisismo es constitutivo para el ser hablante”.
Cuando ese narcisismo se convierte en un rasgo predominante de la personalidad se empieza a considerar como una caracteropatía, según lo expres la psicoanalista Diana Rabinovich en su libro “Una clínica de la pulsión: las impulsiones”.
Una caracteropatía es una patología caracterizada por el predominio de un rasgo psicológico de la personalidad que se manifiesta de manera que dificulta el desarrollo de las demás áreas de su vida (familia, trabajo, estudio).
Asimismo, en las clasificaciones diagnósticas actuales (DSM – 5, 2013) se describe un tipo de trastorno de personalidad narcisista caracterizado por la presencia de sentimientos de importancia y grandiosidad, fantasías de éxito, necesidad exhibicionista de atención y explotación en las relaciones interpersonales.
“Un rasgo particular de la persona narcisista es que no hay lugar a la pregunta, solo respuestas (ya que lo saben todo) y tiende a rechazar el conflicto. Además, la persona se presenta en una posición en la que no se hace cargo de sus actos y siempre logra que la culpa sea del otro”, dice Lamanna.
Entre los ejemplos que podrían servir para identificar a las personas narcisistas de manera sencilla, la experta resalta una frase común que suele aparecer ante cualquier tipo de conflicto: “yo soy así”. Con esa respuesta se cierra la posibilidad al diálogo y se da por asumida la imposibilidad de revisión ni cambio de posición.
“A pesar del personaje con el que se muestran, se tratan de personas bastante frágiles con problemas para armar lazos sociales”, advierte.
Cuándo el narcisismo es patológico
“Otto Kernberg, psiquiatra y psicoanalista, diferenció al narcisismo normal del patológico. Si bien hay enormes diferencias teóricas respecto al psicoanálisis de Freud y Lacan se puede encontrar un punto de coincidencia fundamental: Todos coinciden en que en el narcisismo puede haber ciertas cuestiones que lo hagan patológico”.
En esta línea se describe la personalidad narcisista de la siguiente manera:
- Gran necesidad de ser admirados y amados.
- Las interacciones con los demás están referidas a sí mismos.
- Poseen un concepto elevado de sí mismo, pero al mismo tiempo necesitan recibir el reconocimiento de los otros.
- Carecen de empatía.
- Poca profundidad respecto a lo emocional
- Tienden a idealizar a determinadas figuras y despreciar a aquellos que consideran inferiores
- Aparente simpatía y encanto
- Grandes dificultades para amar a otro
- Son propensos a sentirse heridos o rechazados
Fuente: NA